Poco más de un año después de anunciar su regreso a las carreras de resistencia, BMW ya tiene lista su ‘arma’ para pelear por el siempre codiciado triunfo en las 24 Horas de Le Mans.
[su_dropcap style=»flat» size=»4″]S[/su_dropcap]e trata del M Hybrid V8, y es un prototipo LMDh que debutará primero en 2023 en el campeonato IMSA, y en 2024 lo hará en el WEC. Según el comunicado de la firma bávara, el M Hybrid V8 acaba de completar con éxito su primera sesión de pruebas en el Autodromo Riccardo Paletti en Varano de Melegari (Italia). A estos primeros test le seguirán otros en septiembre, más encaminados al certamen norteamericano con vistas a que todo esté como tiene que estar para las 24 Horas de Daytona del año que viene.Para cuando llegue a la parrilla de Le Mans en 2024, se habrán cumplido 25 años desde el triunfo del V12 LMR en la prueba francesa. Una curiosa efeméride (y sospechamos que buscada) que habrá que ver si repiten, pues no les van a faltar rivales de altura como Porsche, Ferrari o Lamborghini por mencionar algunos.
Uno de los pocos con más de seis cilindros
Lógicamente las especificaciones de este aparato son secreto de sumario, lo cual nos obliga a sacar la lupa con las imágenes que BMW ha difundido. En la parte frontal los tradicionales ‘riñones’ de la marca se transforman aquí en las tomas de aire principales, las cuales lo reparten entre el fondo plano y la refrigeración de los frenos.
En lo demás su aerodinámica parece seguir los patrones clásicos de los prototipos de los últimos años, con unos faros que ocupan las esquinas delanteras o la enorme ‘aleta dorsal’ que se prolonga hasta servir de sostén al alerón posterior.
Por todo lo anterior podría deducirse que BMW ha optado por un planteamiento conservador, o al menos así lo aparenta si lo comparamos con sus oponentes de Maranello (uno de los diseños más agresivos hasta ahora) o Stuttgart, donde el paso de aire por debajo del coche parece todavía más prioritario.
Eso sí, la parte posterior del M Hybrid V8 es otra historia muy distinta. Toda ella actúa como un gran difusor, pero a diferencia de los competidores antes mencionados el alemán plantea una canalización más compleja en los extremos laterales que queda resaltada cuando se encienden las luces de freno en Led.
Desde luego está claro que el aprovechamiento del ‘efecto suelo’ es la clave de estos nuevos ‘hypercars’. Tanto que ya algunos lo llevan hasta el extremo de poder prescindir del alerón, como ocurre con el Peugeot 9X8.
No obstante, donde BMW sí tiene previsto sorprender es en el motor ya que se distancia de la tónica vista hasta ahora (bloques V6) para montar un V8 como pareja de baile del reglamentario propulsor eléctrico y su sistema híbrido.
Datos sobre la cilindrada, la potencia o el par de esta nueva planta motriz se desconocen, así que tocará esperar para ver si esa apuesta por añadir más cilindros resulta ganadora. Al menos, con el dilatado (y exitoso) currículum de la división Motorsport, justo es darles un voto de confianza.