La octava y última fecha del Rally Argentino, disputada en Mina Clavero, Córdoba, fue un verdadero reto para los competidores. Las lluvias torrenciales que azotaron la región durante todo el fin de semana obligaron a cancelar varios tramos debido a que los caminos quedaron intransitables. Solo en las dos últimas Pruebas Especiales del domingo el clima permitió correr sin precipitaciones, aunque el barro acumulado en las etapas previas complicó el desempeño de los equipos.
En este contexto, la dupla uruguaya Rodrigo Zeballos y Sebastián González, a bordo de su Citroën C3 Rally2, logró cerrar la competencia en la sexta posición. Un resultado que, si bien no cumplió con sus expectativas iniciales de alcanzar el podio, dejó un balance positivo considerando las condiciones en las que se desarrolló la carrera.
El inicio del rally había sido prometedor, con el tercer mejor tiempo en el primer tramo. Sin embargo, un pinchazo en el segundo sector cronometrado del sábado les hizo perder más de un minuto, alejándolos de la lucha por la punta. «Ese contratiempo fue clave», explicó Zeballos. «A partir de ahí, entendimos que recuperar posiciones sería difícil, así que decidimos enfocarnos en probar diferentes configuraciones del auto».
La decisión de convertir la adversidad en una oportunidad fue acertada. Durante el resto del rally, el equipo trabajó en ajustes de diferentes elementos, lo que se tradujo en un mejor rendimiento del Citroën C3 Rally2. Esta estrategia les permitió marcar el segundo mejor tiempo en la penúltima prueba especial, solo por detrás del ganador de la fecha.
Desde el Parque Cerrado, Zeballos resumió la experiencia:
«Fue un fin de semana complicado, pero sacamos muchas conclusiones positivas. Las condiciones climáticas nos obligaron a replantear la estrategia. Aprovechamos cada tramo para ajustar el auto y eso nos permitió mejorar el ritmo. Aunque el sexto lugar no era lo que buscábamos, el balance es positivo porque terminamos con el auto en perfectas condiciones y listos para seguir mejorando».
El piloto también destacó la importancia de competir en una categoría tan exigente: «La clase es muy competitiva, con equipos de altísimo nivel. Eso nos motiva a seguir trabajando para estar entre los mejores. Cada carrera es una oportunidad de aprendizaje».
A lo largo del año, el binomio Zeballos-González mostró una evolución constante, logrando acercarse progresivamente a los tiempos de los líderes. Si bien la temporada comenzó con dificultades, el equipo fue afinando el rendimiento del auto y mejorando sus resultados en cada competencia.
Con el Citroën C3 Rally2 en óptimas condiciones y un equipo enfocado en el desarrollo técnico, las perspectivas para el próximo campeonato son alentadoras. «Nos vamos contentos porque terminamos el año siendo competitivos. Ahora, el objetivo es seguir trabajando para estar en la pelea por el podio en cada fecha», concluyó Zeballos.