El circuito urbano de Marina Bay fue testigo de una carrera que combinó la maestría individual de George Russell con el drama intraequipo en McLaren. El británico de Mercedes convirtió su pole position en una victoria convincente, mientras que el equipo de Woking aseguró su segundo título consecutivo de constructores en medio de tensiones entre Lando Norris y Oscar Piastri.
George Russell dominó de principio a fin en una demostración de control absoluto. El piloto de Mercedes mantuvo el liderazgo desde la salida y administró una ventaja consistente durante las 62 vueltas del trazado singapurense. Su segundo triunfo de la temporada y quinto de carrera llegó con una diferencia de 5.430 segundos sobre Max Verstappen.
La estrategia de una sola parada con neumáticos medios-duros resultó perfecta para Russell, quien logró mantener a raya la presión del neerlandés en los momentos cruciales. «Este circuito no siempre ha sido mi mejor amigo a lo largo de los años, tal vez por mi propia culpa. No empezamos el fin de semana de la mejor manera, pero en la Q3 de ayer me sentí realmente bien en el coche y eso continuó hoy», declaró el ganador.
El incidente que marcó la carrera ocurrió en la primera vuelta cuando Lando Norris, partiendo desde la quinta posición, protagonizó un contacto múltiple que involucró tanto a Max Verstappen como a su compañero Oscar Piastri. El británico aprovechó un excelente arranque para superar a Kimi Antonelli y luego intentar adelantar a Piastri en la curva 3.
El contacto inicial con Verstappen provocó que Norris se desplazara hacia su compañero de equipo, generando una colisión que casi envía a Piastri contra la barrera. «Eso no es justo. Lo siento, eso no es justo», protestó el australiano por radio, quien posteriormente perdió posiciones en la salida.
Los comisarios determinaron que el incidente no requería investigación adicional, decisión que McLaren respaldó al no intervenir durante la carrera. Sin embargo, la tensión entre ambos pilotos se mantuvo latente durante todo el gran premio.
Max Verstappen logró un valioso segundo puesto que le permite reducir su distancia en el campeonato de pilotos. El tricampeón mundial defendió su posición ante una intensa presión de Piastri durante las etapas finales, especialmente cuando el australiano se acercó considerablemente en el aire sucio del RB21.
La actualización del alerón delantero de Red Bull mostró efectividad en el exigente trazado singapurense, confirmando el progreso del equipo austríaco en circuitos de alta carga aerodinámica. Verstappen reconoció las dificultades: «Luchamos mucho durante la carrera, pero creo que el segundo puesto era lo mejor posible en estas condiciones».
McLaren aseguró matemáticamente su segundo título consecutivo de constructores con los 27 puntos sumados por Norris (tercero) y Piastri (cuarto). El equipo necesitaba únicamente 13 unidades para sellar el campeonato con seis carreras de anticipación.
La celebración se vio empañada por las tensiones internas tras el incidente de la primera vuelta. Piastri cuestionó abiertamente las acciones de su compañero y la falta de intervención del equipo: «¿Entonces estamos bien con que Lando simplemente me empuje fuera del camino?».
Andrea Stella, director del equipo, destacó el logro histórico: «Es el primer título consecutivo de constructores para McLaren desde 1991. Podemos estar muy orgullosos de este logro».
Kimi Antonelli completó una sólida actuación para terminar quinto con Mercedes, sumando puntos valiosos para la lucha por el segundo puesto en constructores. El italiano perdió posiciones en la salida, pero logró recuperarse con un adelantamiento clave sobre Charles Leclerc.
Fernando Alonso protagonizó una espectacular remontada desde la decimoquinta posición en parrilla hasta finalizar séptimo con Aston Martin. El asturiano demostró su experiencia en las calles de Marina Bay con múltiples adelantamientos, incluyendo duelos intensos con Isack Hadjar que generaron cierta controversia.
Carlos Sainz también brilló en su remontada con Williams, escalando desde la decimonovena posición hasta los puntos con un décimo puesto que confirmó el buen momento del equipo británico.
Lewis Hamilton protagonizó uno de los episodios más dramáticos de la carrera al sufrir una falla en los frenos delanteros en las últimas tres vueltas. El heptacampeón, que marchaba sexto, se vio obligado a reducir drásticamente su ritmo y perdió 45 segundos en la vuelta final.
La situación se complicó cuando Hamilton excedió los límites de pista en múltiples ocasiones durante su lucha por mantener la posición. Los comisarios le impusieron una penalización de cinco segundos por abandonar la pista sin justificación, lo que lo relegó del séptimo al octavo puesto final.
Fernando Alonso, quien terminó a solo cuatro décimas de Hamilton, expresó su frustración por radio: «No puedo creerlo», mientras cuestionaba la seguridad de continuar con frenos defectuosos.
Los resultados de Singapur mantienen viva la batalla por el título de pilotos. Oscar Piastri conserva el liderazgo con 336 puntos, pero Norris recortó distancias quedando a 22 unidades (314 puntos). Verstappen, con 273 puntos, se mantiene matemáticamente en la pelea, aunque con opciones remotas.
La reducción de la diferencia entre los pilotos de McLaren añade presión adicional a la relación interna del equipo. Con el título de constructores asegurado, las órdenes de equipo podrían volverse más complejas en las seis carreras restantes.
El próximo Gran Premio de Estados Unidos en Austin se perfila como otra batalla crucial en una temporada que mantiene la emoción hasta las últimas fechas del calendario. 🏎️🔧
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