El fin de semana de Maite Cáceres en el legendario «Templo de la Velocidad» transcurrió como era de esperar: una progresión gradual en las clasificaciones. A bordo del monoplaza del equipo español Campos Racing, Maite optó por un enfoque cauteloso durante la sesión de clasificación inicial, ya que el asfalto de Monza presentaba varias secciones húmedas e incluso mojadas. En la Q1, se conformó con el 15º puesto, aunque quedó rezagada en términos de tiempos de vuelta. Sin embargo, durante la Q2 más convencional, quedó claro que Maite estaba lista para competir con el pelotón.

La primera carrera resultó crucial para mantener su impulso, permitiéndole asegurar una sólida posición. La carrera comenzó con una colisión fuerte en la curva 1, lo que provocó bandera roja. Esquivó hábilmente por el incidente, la joven compatriota logró avanzar dos lugares. Aunque estuvo en el décimo puesto no salió como estaba planeado, finalizó en el puesto 12.

Fiel al patrón observado en cada fin de semana de la F1 Academy, Maite gradualmente encontró su ritmo, familiarizándose con la pista, en este caso, el icónico circuito de Monza de 5.763 metros. Al comienzo de la segunda carrera, aprovechó la oportunidad para pasar al ataque. Esas primeras vueltas presenciaron una de las competencias más emocionantes de la categoría, con el pelotón permaneciendo compacto. Maite lanzó su ofensiva, avanzando, siendo superada, recuperando su posición e incluso llegando a ocupar el octavo lugar dentro del segundo grupo que luchaba intensamente por puntos de campeonato.