La séptima cita de la etapa regular en el Autódromo Parque Ciudad de Río Cuarto fue todo menos lineal: lluvia intensa el sábado, una pista que ofreció poca adherencia y una ventana de trabajo estrecha para el neumático en condiciones mixtas. Mauricio Lambiris atravesó un arranque cuesta arriba por un problema eléctrico en su Ford Ranger que lo dejó sin girar en el primer entrenamiento; aun así, con el asfalto comprometido, cerró la segunda tanda en P7 y ganó referencia para clasificar.
En la qualy, saliendo en el primer tercio del grupo, el uruguayo marcó el pulso provisional hasta los minutos finales, cuando Tomás Abdala bajó la marca. Un exceso en su vuelta decisiva impidió mejorar y Lambiris selló el P6, un punto de partida competitivo considerando la deriva de pista y la evolución de la goma sobre el carril más utilizado.
El domingo comenzó en la segunda serie desde la tercera posición. Una maniobra de Tobías Martínez bajo bandera amarilla lo condicionó y, en el intento por recuperar articularmente el flujo de aire limpio y la tracción a la salida, terminó relegado al séptimo lugar. Ese resultado desplazó la ecuación estratégica: largada final desde P14 y obligación de minimizar tiempo perdido en tráfico, estirar zonas de frenado y anticipar subviraje en el tránsito por radios largos.
La final se leyó en clave de ritmo sostenido y ejecución limpia. Con una Ranger que mostró un window de rendimiento amplio en piso seco, Lambiris gestionó temperatura de frenos y neumáticos, estandarizó referencias de frenado y maximizó tracción en salidas de baja para concretar maniobras sin degradar el promedio de vuelta. El avance de P14 a P3 combinó lectura del rebufo en rectas, cambio de apoyo rápido en cambios de dirección y paciencia para no comprometer la vida del neumático trasero derecho, habitualmente crítico en Río Cuarto por la secuencia de cargas laterales prolongadas. Resultado: tercer escalón del podio y clasificación directa al Playoff.
Con aire sucio, el “lift & coast” en sectores de alta redujo picos térmicos y mantuvo el margen de frenos para el último tercio. El uruguayo eligió ventanas de undercut en tráfico —aprovechando errores ajenos—, sin hipotecar la integridad del stint. La ecuación fue clara: tiempo limpio > riesgo de contacto. En categorías con camiones/pick-ups de gran inercia, esa administración paga en el último tercio, cuando las gomas rivales entran en caída de rendimiento.
Con el podio en la final, Lambiris aseguró su lugar entre los candidatos, capitalizando la última fecha de la fase regular pese a un contexto climático adverso y contratiempos del sábado. El rendimiento en seco sugiere una base sólida para los escenarios de mayor adherencia que suelen definir los Playoffs.
El campeonato viaja a Paraná para la primera fecha de la definición. Allí, el foco estará en estabilidad en apoyo prolongado y tracción en salidas de baja, claves en un trazado que premia la constancia y penaliza el exceso de agresividad en la gestión de neumáticos. El uruguayo llega con envión deportivo y una Ranger afinada para sostener ritmo de punta en tanda larga. Objetivo: convertir la tendencia en puntos gordos y defender cada detalle operativo en boxes y pista.
Lo de Río Cuarto fue una pieza de ingeniería aplicada al manejo: diagnóstico rápido tras un sábado complejo, ejecución sin grietas y lectura estratégica en condiciones cambiantes. Cuando el margen es mínimo, la diferencia la marca quien convierte velocidad potencial en resultado concreto sin pagar con desgaste ni riesgo innecesario. Lambiris lo hizo y entra al Playoff con credenciales deportivas y técnicas para pelear por el título. 🏎️ 🛠️
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