Joaquín Cafaro regresa este fin de semana al autódromo de Oberá, Misiones, escenario de la octava fecha del calendario 2025 del Turismo Nacional Clase 2. Con 4.380 metros de extensión, el circuito misionero es uno de los más técnicos del calendario, combinando sectores de alta velocidad con curvas trabadas que exigen al máximo el equilibrio del auto y la precisión del piloto.
Para el joven de Ombúes, Colonia, no se trata de una pista cualquiera: aquí firmó una de sus mejores actuaciones en 2024, siendo protagonista durante todo el fin de semana. Sin embargo, esta vez el contexto es muy distinto. Cafaro arriba con una necesidad imperiosa de puntos, tras varios fines de semana exigentes que incluyeron participaciones consecutivas en TN, TCR South America y Turismo Pista.
A bordo del Toyota Etios que le entrega el GR Competición, Cafaro buscará reencontrarse con el rendimiento que lo tuvo al frente del torneo en las primeras fechas del año. Aquella versión 2025 del piloto uruguayo que sorprendió con victorias y solidez, parece haber quedado atrás temporalmente debido a circunstancias técnicas y altísima exigencia del calendario.
Actualmente se ubica octavo en la tabla anual, a 52 puntos del líder. La diferencia es importante, pero no definitiva. Con cuatro fechas restantes (incluyendo Oberá), y considerando los sistemas de puntaje de la categoría, un buen resultado este fin de semana podría volver a colocarlo en la órbita del campeonato.
El fin de semana se distribuirá en las habituales tres jornadas. El viernes se abrirá con entrenamientos y la primera clasificación. El sábado concentrará la segunda clasificación y las series, fundamentales para la posición de largada. Finalmente, el domingo se correrá la final, que definirá los puntos claves para la recta decisiva del torneo.
No solo se trata de una competencia más: será una prueba de carácter para Cafaro, quien viene de enfrentar cinco fines de semana seguidos de competencia. El desgaste físico, la presión mental y la puesta a punto del auto se combinarán en un todo que exigirá el máximo del piloto y su equipo.
Volver al rendimiento de principios de temporada no solo depende del auto. En este tipo de etapas del campeonato, la diferencia está también en la mente. La confianza que supo construir con sus actuaciones anteriores puede ser un factor diferencial.
Cafaro ha demostrado tener madurez deportiva pese a su juventud. Sus decisiones en pista, su gestión del ritmo de carrera y su capacidad de adaptación a distintos escenarios han sido puntos altos en su evolución como piloto. Si logra traducir esa madurez en resultados en Oberá, la lucha por el título 2025 seguirá viva para el representante uruguayo.
Aunque hoy no está en el podio del campeonato, 52 puntos no son una barrera definitiva. Con victorias que entregan buena cantidad de unidades y rivales que aún deben enfrentar sus propias complicaciones, el margen de recuperación existe.
Cafaro necesita regularidad, velocidad y una ejecución impecable desde este viernes. En la Clase 2, las sorpresas no son excepción, son la norma. Por eso, un fin de semana perfecto puede cambiar el curso de su temporada.
Oberá no será la última fecha del calendario, pero puede marcar un antes y un después. Un rendimiento sólido significará mucho más que puntos: será la confirmación de que el objetivo sigue intacto.
Para Joaquín Cafaro, es momento de dejar todo en pista, tal como lo hizo al inicio de la temporada. La bandera de cuadros en Misiones podría no solo marcar el final de una carrera, sino también el renacimiento de una candidatura al título que sigue muy viva en el corazón del automovilismo uruguayo. 🏎️🔧
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