Maite Cáceres (International Motorsport) llegó al mítico autódromo de Sebring, Estados Unidos, con la ilusión de conquistar su primer podio en la Fórmula FARA. Tras una brillante Carrera 1 donde desde la quinta posición termina en el cuarto lugar, la joven piloto uruguaya se perfilaba como seria candidata para subir al cajón en la Carrera 2.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. En la largada, Cáceres se vio envuelta en un toque con un rival, lo que la llevó a perder el control de su monoplaza y salir despedido hacia el exterior de la pista. El impacto contra otro competidor y luego contra el muro puso fin a las aspiraciones de la uruguaya, quien afortunadamente salió ilesa del incidente.
La estrategia trazada por Cáceres y su equipo había funcionado a la perfección en la Carrera 1. Con neumáticos usados, la piloto logró un valioso cuarto lugar, guardando los nuevos para la Carrera 2. Además, partiría desde la cuarta posición por grilla invertida, lo que le daba una ventaja considerable sobre sus rivales directos por el campeonato, quienes ya habían gastado sus neumáticos nuevos en la primera competencia.
No obstante, la mala suerte se cebó con Cáceres en la largada. El toque con otro piloto la dejó sin opciones de luchar por el podio y la relegó a la parte trasera del pelotón. Aunque la uruguaya intentó remontar, el daño causado en el incidente le impidió avanzar posiciones significativas.
A pesar de ceder puntos importantes en la lucha por el campeonato, Maite Cáceres aún mantiene intactas sus chances de conquistar el título. Con seis carreras por delante, la piloto uruguaya se muestra optimista y confía en poder revertir la situación en las próximas fechas.
«Fue un fin de semana agridulce», reconoció Cáceres. «La Carrera 1 había sido muy buena y me sentía con muchas posibilidades de obtener un buen resultado en la Carrera 2. Lamentablemente, la mala suerte me jugó una mala pasada. Pero no me rindo. Quedan seis carreras por delante y voy a luchar con todo para conseguir el título».