El Gran Premio de Japón en Suzuka ha vuelto a regalar emociones intensas en la Fórmula 1. En una sesión de clasificación marcada por decisiones de último segundo y cambios vertiginosos en el orden de llegada, Max Verstappen sorprendió al mundo al lograr la pole position, a pesar de contar con un monoplaza que, en teoría, se percibe como inferior frente al de los McLaren. Este resultado, que ha dejado perplejos a aficionados y expertos, vuelve a poner sobre la mesa la imprevisibilidad y el alto nivel competitivo que caracteriza a esta disciplina. En el marco de una jornada plagada de incidentes, tiempos muy ajustados y un ambiente de alta tensión, cada uno de los equipos tuvo que ajustar sus estrategias a contrarreloj para batir récords y asegurar posiciones de honor en la parrilla de salida.
La jornada comenzó con una primera sesión (Q1) en la que se hicieron evidentes las capacidades individuales de los pilotos. Lando Norris, que hasta ese momento venía destacando por su consistencia, rompió sus propios límites al registrar un tiempo de 1m27.845s. Con este resultado, logró adelantar a contendientes como Charles Leclerc, quien pilotaba un Ferrari, y al australiano Oscar Piastri. La lucha fue reñida, pues el margen de diferencia fue de apenas décimas de segundo, lo que demostró la alta competitividad de la pista.
Durante esta fase, pilotos como Liam Lawson, Fernando Alonso, Andrea Kimi Antonelli, Isack Hadjar y Lance Stroll se encontraron en situación de riesgo, ubicándose en la zona de eliminación. A pesar de ello, Piastri logró escalar posiciones en su intento final, reduciendo su marca a 1m27.687s y situándose como un fuerte aspirante a un puesto de privilegio. Asimismo, George Russell, al volante de su Mercedes, se posicionó en un respetable segundo lugar, mientras que Norris descendió momentáneamente al tercer puesto. Cabe destacar que algunos equipos como Sauber, Haas, Alpine y Aston Martin se vieron obligados a abandonar la lucha, siendo los primeros en quedar fuera de la contienda.
En la segunda ronda (Q2), la tensión se mantuvo en niveles muy altos. Lando Norris, fiel a su rendimiento, se colocó en la punta del grupo con un tiempo de 1m27.146s, distanciando por 0.254s a George Russell. En esta fase, Verstappen hizo una aparición relevante al situarse en la tercera posición con su Red Bull, seguido de cerca por Piastri y el piloto del Williams, Alex Albon.
Sin embargo, la sesión se vio interrumpida cuando, por quinta ocasión en el fin de semana, se registraron focos de fuego en la zona de la curva 130R. Este insólito episodio fue atribuido a las chispas que generan los monoplazas al rozar el asfalto. La parada en la sesión, que se produjo a los ocho minutos, generó incertidumbre en equipos y aficionados, ya que afectó el ritmo y la estrategia de clasificación. La reanudación permitió que la lucha continuara, y al finalizar la sesión se consolidaron las tres primeras posiciones en manos de Norris, Russell y Verstappen, mientras que Piastri y Leclerc completaron el top cinco.
Entre las bajas de Q2 se encuentra Pierre Gasly, que quedó en la parte baja de la clasificación y arrancará desde el puesto 11. Otros pilotos, como Carlos Sainz, Alonso, Lawson y Yuki Tsunoda, también se vieron afectados, siendo penalizados posteriormente algunos de ellos por acciones en pista. En concreto, el español del equipo Williams recibió tres puestos de penalización por bloquear al competidor Hamilton, lo que genera controversia y debate sobre la aplicación de sanciones en situaciones de alta presión.
La ronda definitiva (Q3) fue el escenario de una batalla cerrada y llena de matices tácticos. Durante los primeros compases de esta fase, los McLaren demostraron nuevamente su capacidad competitiva al parecer dominar la lucha por la pole. En un inicio, Verstappen logró situarse brevemente en el primer puesto, lo que evidenció que, a pesar de las aparentes limitaciones de su coche, el piloto neerlandeses no se dejaría amedrentar.
Sin embargo, en un giro inesperado, Piastri se adelantó al establecer un nuevo récord en el circuito con un tiempo de 1m27.052s, mientras que Charles Leclerc se ubicó en cuarto, seguido de cerca por Russell y Norris, completando los cinco primeros. La situación se volvió aún más tensa cuando Russell, tras abrir su último intento, se vio perjudicado por la pérdida de control en el primer sector, lo que le costó una valiosa oportunidad de escalar posiciones.
El clímax de la sesión llegó en el último segundo, cuando Norris parecía liderar la carrera hacia la pole con un tiempo de 1m26.995s. Sin embargo, en una jugada magistral, Max Verstappen aprovechó el tramo final del tercer sector para registrar un tiempo de 1m26.983s, superando a Norris por apenas 0.012s y a Piastri por 0.044s. Con esta maniobra, el piloto neerlandeses se adjudicó la codiciada pole, dejando en claro que su determinación y capacidad para gestionar la presión fueron fundamentales en este día de clasificación.
La clasificación en el GP de Japón ha puesto en evidencia varias claves para entender la dinámica competitiva actual de la Fórmula 1. A pesar de las expectativas previas basadas en el rendimiento teórico de los coches, la habilidad del piloto y la capacidad para adaptarse a situaciones adversas se han mostrado decisivas. La actuación de Verstappen, que ha sabido aprovechar cada oportunidad pese a contar con un coche que algunos analistas consideran inferior a los McLaren, reconfigura el panorama y genera interrogantes sobre el equilibrio competitivo en la parrilla.
El desempeño de pilotos como Norris, Piastri y Russell también destaca la intensidad y la incertidumbre que caracterizan a la clasificación en circuitos de alta exigencia como Suzuka. Además, la interrupción en Q2 por problemas derivados de las chispas en la pista añade un elemento adicional de imprevisibilidad que afecta tanto a estrategias como a la ejecución técnica en cada vuelta.
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