El Bugatti Chiron está llegando al fin de su vida comercial. De hecho, una vez que se fabriquen las últimas unidades y las versiones especiales, como el Mistral y el Bolide, Bugatti dirá adiós al W16 de 8.0 litros y cuatro turbos. Ahora en manos de Rimac, ¿cómo será el sucesor del Bugatti Chitron? Con motor de gasolina y será “una auténtica locura”, asegura Maté Rimac.
En una entrevista concedida a Auto Express, Rimac revela que el coche será un híbrido desarrollado totalmente desde cero, sin piezas compartidas con el Bugatti Chiron o el Rimac Nevera. Y eso incluye un nuevo motor de combustión, el primero de la marca Rimac.
Así, el futuro Bugatti no seré eléctrico. Estando bajo el control de Rimac, se podría pensar que la solución más evidente sería la de hacer un modelo eléctrico con la tecnología del Rimac Nevera, pero no. El nuevo Bugatti tiene que ser algo único. Maté Rimac lo tenía muy claro, dos años antes de tomar las riendas de Bugatti empezaron a diseñar un motor de combustión interna.
Maté Rimac fundó su compañía de la nada, o casi. Una década después de su BMW E30 eléctrico, Maté Rimac está al frente de una de las compañías de ingeniera vista como referencia en el campo de los coches eléctricos y controla el destino de Bugatti. La más absoluta vanguardia coexiste con la marca más tradicional del mundo.
Y esa es justamente la visión que tiene Maté Rimac de Bugatti, pura tradición.
“Bugatti es patrimonio, artesanía y 100 años de historia. Es un perfeccionismo un poco aristocrático. En el aspecto técnico, tendremos motores de combustión en un futuro próximo, y con más lujo. También tiene que ser una propuesta seria. Lo de Bugatti es más de ir a la ópera y luego conducir a 400 km/h por la Autobahn. Será más bonito, con instrumentos analógicos, algo así como lo que se hace en la artesanía relojera.”
Es un enfoque totalmente diferente al de Rimac como marca. Deber ser una marca más alocada, la del coche con el que quemar rueda y salir derrapando.
«Con el Rimac queremos que sea una locura absoluta, una locura de conducción totalmente eléctrica a 60 km/h con una nube de humo gigantesca detrás, modos de derrape autónomos, cosas futuristas. Creo que tenemos los dos lienzos perfectos para crear hipercoches totalmente distintos. Bugatti irá más en la dirección del arte de la belleza, por supuesto, las prestaciones seguirán siendo máximas, pero con un enfoque artístico. Rimac se centrará en doblar la física», explica Maté Rimac a la publicación inglesa.
A priori, soprende que Maté Rimac haya optado por una cierta continuidad en Bugatti. Sí, será un hypercar híbrido (algo de electrificación iba a tener sí o sí, de todos modos), pero no será un cambio radical, ya sea en el tipo de coche o en su propulsión.
La dirección de Bugatti, antes de que Rimac tomase el control, tenía previsto un SUV 100 % eléctrico como sustituto del Chiron, un modelo al estilo del Ferrari PuroSangue, pero eléctrico. Maté Rimac canceló inmediatamente el proyecto.
El bastidor de acero es un clásico doble cuna cerrada realizado en tubo de acero redondo, en el que el subchasis está atornillado para facilitar su sustitución en caso de caída. Este tipo de bastidor es el habitual en las motos de campo por su mejor compromiso entre el confort requerido para el turismo de carretera y la rigidez adecuada en conducción por campo.
La estructura principal está formada por piezas forjadas y extruidas y el basculante de doble brazo es de aluminio fundido en frío para obtener la mejor relación entre resistencia y peso, y cuenta con el habitual sistema de bieletas en su parte inferior para dotar de progresividad a la suspensión posterior.
El futuro Bugatti seguirá siendo un biplaza, y aunque es un admirador confeso de Koenigsegg y le gusta la propuesta del Gemera, todavía no baraja para sus modelos.
Antes de eso, se presenta un reto mucho más importante: definir cómo serán los superdeportivos del futuro. Se pregunta si serán todos con cuatro motores y 1.500 CV de potencia. Y si es así, en qué se diferenciará un Lamborghini de un Ferrari o de un McLaren.
En Rimac ya trabajan en esa futura generación de deportivos. Y se muestra admirativo de la idea de Koenigsegg de crear una caja de cambios by wire que imita el funcionamiento de un cambio manual.
“Si lo ejecutan como quieren, es realmente muy directo e incluso permite meter mal una marcha o calar el coche con el embrague. No es falso. Es realmente interesante», asegura.
Koenigsegg no es la única en explorar esa vía, Toyota vía Lexus también explora aportar un toque analógico a sus modelos eléctricos, para darles más personalidad y diferenciarlos del resto de competidores.