El joven piloto uruguayo, Joaquín Cafaro, se enfrentó a un desafío de proporciones épicas en la tercera fecha del TN Clase 2, que tuvo lugar en el autódromo de Concordia bajo una intensa lluvia. Sin haber experimentado previamente estas condiciones extremas y compitiendo en una categoría que alineó a 50 autos en la parrilla de salida, el objetivo principal de Cafaro se redujo a sobrevivir, acumular experiencia y proteger su vehículo.
Sin embargo, su estrategia inicial se vio obstaculizada por un problema inesperado: el limpiaparabrisas dejó de funcionar mientras avanzaba en la posición 17. Ante esta situación, la decisión lógica habría sido ingresar a boxes y retirarse de la competencia. Sin embargo, tras consultarlo con su equipo, GR Competición, Cafaro optó por continuar en la pista con su Toyota Etios, aunque su único objetivo en mente era terminar la carrera y adaptarse a las difíciles condiciones de conducción bajo la lluvia torrencial.
A pesar de los desafíos que enfrentó durante la carrera, Cafaro logró alcanzar la bandera a cuadros, cumpliendo así con su objetivo de completar la carrera y adquirir valiosa experiencia en condiciones climáticas adversas. Esta hazaña no solo demuestra la determinación y el espíritu de lucha del joven piloto, sino también la preparación y la capacidad del equipo para enfrentar situaciones imprevistas en el circuito.
Antes de la lluvia, en condiciones de piso seco, Cafaro había demostrado un rendimiento ascendente a lo largo del fin de semana, con la esperanza de posicionarse entre los diez mejores pilotos. Aunque este objetivo no se materializó, la experiencia adquirida durante la carrera bajo la lluvia sin duda fortalecerá su desempeño en futuras competiciones y lo establecerá como un competidor a tener en cuenta en el emocionante mundo del automovilismo.