Carlos Sainz ha vuelto a desafiar el reinado de Red Bull, esta vez en el Gran Premio de Australia, reviviendo la hazaña que logró en Singapur 2023. El piloto español protagonizó una espectacular carrera que terminó con el dominio de los Red Bull y llevó a Ferrari a lo más alto del podio.
Los Red Bull, que venían de imponerse con dobletes en Bahréin y Arabia Saudita, fueron incapaces de mantener su posición en Australia. Desde el inicio, Max Verstappen mantuvo la primera posición seguido de cerca por Carlos Sainz, mientras Checo Pérez descendía al séptimo lugar detrás del Mercedes de George Russell.
Sin embargo, todo cambió en la segunda vuelta cuando Sainz logró superar a Verstappen. A partir de ese momento, el piloto de Red Bull comenzó a experimentar problemas técnicos en su monoplaza, lo que eventualmente lo llevó al abandono por primera vez desde el Gran Premio de Australia 2022.
Con Verstappen fuera de competencia, Sainz tomó el control de la carrera hasta cruzar la línea de meta. Por detrás, Lando Norris se ubicaba en la segunda posición, seguido por Charles Leclerc, Oscar Piastri, Russell y Pérez. Norris, sin embargo, tuvo que ir a boxes, lo que permitió a Pérez ascender al quinto lugar.
La carrera estuvo marcada por diversas estrategias de pits y batallas en pista. Leclerc y Piastri realizaron su primera parada en el décimo giro, lo que permitió a Pérez alcanzar el tercer lugar momentáneamente. Sin embargo, Pérez tuvo que regresar a boxes y regresó en décimo lugar.
La lucha en pista continuó, con Pérez avanzando hasta la quinta posición, pero a considerable distancia del cuarto puesto. Mientras tanto, Sainz y Leclerc mantenían el liderazgo delante del pelotón.
El desenlace de la carrera se produjo en la última vuelta, cuando George Russell sufrió un fuerte impacto con su Mercedes, lo que provocó la intervención del coche de seguridad virtual. Esto permitió a Sainz asegurar la victoria, seguido por Leclerc y Norris en el podio. Checo Pérez cruzó la línea de meta en quinto lugar.
Sin embargo, la polémica no tardó en llegar. Los comisarios de carrera penalizaron a Fernando Alonso por su presunta responsabilidad en el accidente de Russell, lo que le costó una penalización de 20 segundos y lo relegó a la octava posición en la clasificación final.
En resumen, el Gran Premio de Australia fue un emocionante espectáculo que vio a Carlos Sainz romper el dominio de Red Bull y llevar a Ferrari a la victoria.
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